Fernando Bayona es un fotógrafo español nacido en Linares, Jaén. Vive y trabaja entre Granada, Madrid y San Francisco.
La mayor parte de sus obras nacen de objetos y vivencias cotidianas, indagan en la reflexión sobre las relaciones humano- amorosas y la identidad del sujeto. Se caracteriza por una cuidada puesta en escena, donde el mismo se encarga de los decorados, elementos que se insertan, etc. todo ello acaba siendo tan importante como lo son los personajes que desarrollan la acción. Sus creaciones están entre la realidad y la ficción, el estudio de sus obras a la hora de escenificarlas le lleva a parecer muchas veces como si fuera un director de cine, mostrando de el su parte más cinematográfica.
En cuanto al lado más psicológico de sus obras aborda el amor, la identidad de cada sujeto, comportamientos, indaga en lo más intimo sin tener ningún reparo a la hora de profundizar en temas sociales o sexuales.
P. Fernando, ¿cómo te sientes al ser hoy día uno de los
artistas más aclamados?
R. Sinceramente no creo que sea uno de los artistas
emergentes más "aclamados" de este país, me parecería algo
excesivamente pretencioso y entiendo que la humildad es un valor muy a tener en
cuenta en esta profesión. Nunca he creído en los listados de popularidad, solo
en el trabajo constante y comprometido. El éxito es muy relativo, igual que
viene se va, lo único cierto es que el tiempo pone a cada uno en su sitio.
P. Ahora que eres un artista cada vez más reconocido y
puedes echar la vista atrás, ¿cuál es la serie de la que te sientes más
orgulloso?
R. De las que aún no he realizado. Todas las anteriores me
han servido como ejercicio para mejorar como profesional del arte, por poco que
sea, en todas he aprendido algo y he de valorar su importancia.
P. El cuerpo es pieza fundamental en tu obra, ¿cómo eliges a
los actores o modelos que aparecen en tus fotografías?
R. No hay una única forma, todo depende de las necesidades
de la serie o del personaje que se ha de representar. Suelo tirar de amigos,
conocidos, hacer convocatoria pública mediante las redes sociales o
contactarlos a través de sus representantes en el caso de actores profesionales
o modelos. En lo que sí que coincido es
en el procedimiento. Suelo ser muy metódico, en los días precedentes a los
shooting fotográficos me suelo tomar largos cafés o más de una cerveza para
analizar a los intérpretes que posarán ante mi objetivo, trato de analizar su
body language para sacarles el máximo partido durante las sesiones.
P. Los decorados y puesta en escena de tus fotografías
parecen cuidados al detalle, sobretodo en tu serie "The long long time
ago", ¿en qué te inspiras para poder armar semejante despliegue?
¿Photoshop ayuda?
R. No hay algo concreto que me inspire, puede ir desde la
ilustración de un cuento infantil a la imagen en una revista, el fotograma de
una película, un comentario fortuito o una pieza musical. No tengo ni una sola
imagen en la que Photoshop no haya hecho acto de presencia, pero todo lo que
aparece en mis imágenes es real, se ha buscado concienzudamente en anticuarios
o tiendas especializadas, y si no se ha encontrado se ha creado a propósito.
Escenografía, atrezzo, vestuario están estudiados al milímetro y, en la mayoría
de los casos, se realizan ex profeso. Cuento con un gran equipo de carpinteros,
diseñadores, estilistas, peluqueros, maquilladores...
P. En tu última serie de fotografías "The life of the
other" muestras una serie de personajes con bastante carga dramática,
cuéntanos acerca de este último trabajo.
R. Es un proyecto a medio camino entre fotografía documental
y escenificada. Reflexiona sobre el uso del cuerpo como soporte laboral por
strippers, actores porno y chaperos. El
título de la serie hace referencia al juego de identidades llevadas a cabo por
estos trabajadores para proteger su intimidad. Una suerte de "álter
egos" que los disocia de su persona para desarrollar su profesión mediante
la representación de un personaje fingido, que muta para adaptarse a las
demandas de los clientes, convirtiéndose así en actores permanentes del mismo.
Partiendo de esos relatos obtenidos en las entrevistas realizadas a los
participantes del estudio reconstruimos fotográficamente alguno de los pasajes
de su intensa vida. De este modo, los personajes que aparecen en cada una de
las imágenes definitivas, son interpretados por actores profesionales junto con
los protagonistas reales, usando esto como estrategia para preservar su
anonimato a pesar de mostrar su rostro ante la cámara. Es decir, el espectador
no sabe quien es el personaje real ni quien el interpretado. Progresivamente mi
trabajo va necesitando de historias cercanas al día a día, y lo documental está
empezando a adquirir mucha importancia.
P. Es inevitable esquivar el tema de la censura en ferias y
exposiciones, tu lo sufriste con la clausura de la muestra de “Circus Christi”
en Granada y recibiendo sendas amenazas, ¿este hecho te influyó a la hora de
gestar tus series posteriores?
R. He de reconocer que fue un momento traumático en mi vida,
y que a pesar de la censura y las numerosas amenazas de muerte, sin duda alguna
lo volvería a hacer, pero esta vez jugando mucho mejor la partida. Este
incidente no ha impedido que siga haciendo aquello que creo que es necesario en
mi proceso creativo. No me ha coartado libertad ni en la elección de los temas
de trabajo ni en la forma en la que abordo el cuerpo.
P. Volviendo a tu último trabajo "The life of the
other", hemos podido visionarlo hace unos días en JustMad, ¿qué opinión
tienes de este tipo de ferias como alternativa a Arco?
R. Mi experiencia personal es muy positiva, no solo por las
ventas, sino porque además de plataforma de difusión de mi trabajo, ha
propiciado nuevos proyectos y colaboraciones con galerías, artistas e
instituciones.
P. ¿Tienes miedo a que se etiquete tu obra como “arte
gay”?
R. No me asustan las etiquetas. La razón de que utilice en
algunas de mis imágenes personajes o actitudes abiertamente homosexuales es
porque es una traslación de mi realidad más cercana y me sirve para hablar de
la generalidad partiendo de este colectivo.
Estas etiquetas me resultan muy absurdas, es como si etiquetásemos al
resto de arte como "heterosexual" por el simple hecho de que esté
realizado por personas con esta tendencia.
P ¿Cuáles son tus referentes o influencias en el mundo del
arte?
R. Soy bastante ecléctico,
me dejo influir por la publicidad, la historia del arte clásico, la
prensa, la literatura,… No tengo referentes que procedan tan sólo del mundo de
la fotografía, quizás porque no me siento como tal, mi formación fue como
escultor. Me influye mucho Miguel Ángel, Caravaggio, Da Vinci, Rubens, Erwin Olaf, Joel Peter Witkin, Gregory
Crewdson o DiCorcia.
P. Háblanos un poco de ti, ¿qué hace Fernando Bayona cuando
no está disparando?
R. Mi vida es bastante austera y se basa fundamentalmente en
el trabajo, soy adicto a él. Mi realidad gira en torno al arte, su producción y
gestión. Cuando no estoy disparando o realizando la posproducción de las
imágenes, me centro en gestar nuevos proyectos, buscar localizaciones,
casting,... o bien impartiendo workshops y conferencias, soy un poco aburrido
en ese aspecto. La única forma de desconectar que tengo es el gym, al que
también soy adicto.
P. Y por último, el 2014 ha empezado fuerte para ti, adelántanos
qué te depara este año.
R. Me depara mucho trabajo, quizás más del que pueda asumir.
Hay bastantes proyectos de los cuales aún no puedo decir nada, pero pasan por
la realización de una escultura pública de grandes dimensiones, varias
exposiciones, conferencias, workshop, y sobre todo muchos viajes para realizar
las imágenes de mis nuevas series fotográficas. En breve podré decir algo más
pero no quiero desvelarlo hasta que no esté bien cerrado todo.
Entrevista: Pilar de Andrés Montero .
Vídeo sobre la Fotografía escenificada de Fernando Bayona,
Making Off del Curso de Fotografía Escenificada impartido por Fernando Bayona
en www.estaciondiseno.es en 2012.
Web de interés: www.fernandobayona.com
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